Ni buena ni mala: Los ilustradores chilenos ante la IA

El 8 de junio de 2024 se llevó a cabo una nueva versión del Festigeek USM, evento que fue organizado una vez más dentro de la Universidad Técnica Federico Santa María, en la comuna de San Joaquín, y que contó con la participación de 35 ilustradores independientes. Entre quienes expusieron su mercancía y sus dibujos estaba Catalina o Catarraptor (@_.catarraptor._). Además de ser ilustradora, Catalina trabaja en el área de la tecnología como analista.

Al reflexiona sobre la inteligencia artificial, ella admite que es de gran apoyo en su trabajo: “Es como que igual me está quitando un poco la pega, pero a la vez me está ayudando mucho, porque trabajo con mucha información y es una ayuda demasiado grande, porque hay cosas que no se resuelven muy fácil, y muchas veces el cerebro no aguanta mucha información, hay que decirlo”.

Catalina no está a favor ni en contra del uso de la IA, pero, “en el área del arte es horrible, porque el arte tiene alma, en el arte tu expresas tus sentimientos. De hecho, cada dibujo expresa algo. Pero, con la inteligencia artificial es como…No hay alma, no hay emoción, no hay vida”.

Algo que hacen algunos ilustradores es crear imágenes que sirvan de referencia para sus obras, pero Catalina rechaza esta práctica, ya que, según ella, la “magia” está en el esfuerzo y en el acto de diseñar una ilustración: “Ahí es donde empieza a generar un alma y empieza a tener vida la ilustración”. De lo contrario, basarse en una imagen generada por esta tecnología sería como “copiar y pegar”, afirma esta artista.

La IA generativa de imágenes permite crear distintas versiones, en distintos estilos, de una misma idea. Fuente: Educación 3.0.

Precisamente, la ilustradora Limonaa (@limonaa_) recurre a la IA para generar imágenes de referencia: “Siento que son una buena herramienta para expandir el conocimiento en ese ámbito”. A ella le permite, por ejemplo, saber cómo llega la luz sobre determinado objeto o en cierta escena. Sin embargo, aclara que es el único uso que le da, y no cree que sea correcto adjudicarse esas ilustraciones generadas: “Considero que la IA es una buena idea inicial, pero la complicación ahí sería el robo de arte, yo creo que ese es como el tema negativo en el ámbito“. Con “robo de arte” Limonaa se refiere al hecho de que la IA generativa es entrenada con contenido disponible en la web, pero que recoge, en muchos casos, sin el consentimiento de los autores.

Al preguntarle por la diferencia entre una obra creada por IA y otra trazada por una mano humana, Limonaa es tajante al decir que la diferencia se nota: “Primero que la IA tiene demasiada perfección, tanto que llega a ser como poco humano. El sentimiento es irremplazable, yo creo que eso no podría replicarlo nunca. Por eso hay gente que dice: ‘No, nos vamos a quedar sin trabajo. No, si la IA nos va a quitar toda la pega’, y en verdad no es así, porque el sentimiento es lo más importante en el arte“.

Para complementar estos puntos de vista, Robot Art llevó a cabo una encuesta dirigida a creadores y/o consumidores de ilustraciones, con el fin de recoger sus opiniones sobre este tema y procesarlas en forma de datos. A continuación, presentamos los datos más importantes que arrojó dicha encuesta:

VALORAR EL TRABAJO DE LOS ARTISTAS 

Otro de los ilsutradores que estuvieron presentes ese día fue Raúl, conocido en redes sociales y la plataforma Twitch como Lápiz y Pincel (@lapizypincel). Mientras que muchos artistas ilustran de maner digital, utilizando tabletas gráficas y aplicaciones de edición, Raúl es un artista tradicional que le da vida a sus obras con acuarela. Esto hace evidente, para quienes observen su arte, que su trabajo no contó con la intervención de una IA, algo que él rescata. 

Al igual que Limonaa, a Raúl le preocupa que la inteligencia artificial sea entrenada con imágenes que no le pertenecen, porque no le da crédito a sus autores: “Pero no es que se esté alimentando (la inteligencia artificial), ella está generando imágenes y después hace un collage, ni siquiera pone parte de ello, solo hace un Frankenstein de la imágenes que toma”.

Raúl recuerda una polémica que enfrentó la compañía Wacom, productora de tabletas gráficas para dibujo digital y una marca popular entre los ilustradores. Él cuenta que esta compañía difundió publicidad con un dibujo genera con inteligencia artificial, lo que causó revuelo entre los artistas. Raúl expresa con molestia que “eso es una falta de respeto, porque todo lo que ellos han crecido, y la plata que ganan es gracias a los artistas que compran sus productos, y no tienen ni siquiera la decencia de darle crédito, darle ese trabajo a una persona. Se ahorran un misero peso para ganar un poco más”. 

La publicidad de la discordia de Wacom. Fuente: Hugo Monreal.