La llegada de la Inteligencia Artificial y los problemas con los derechos de autor ha atacado al mundo de la ilustración por varios flancos como el ético, legal o económico. Una de las grandes interrogantes que han surgido es una pregunta que pareciese no tener una respuesta sencilla: ¿Quién es el dueño de las imágenes que hace la IA?
La polémica de la famosa imagen del Papa Francisco vistiendo una chaqueta blanca y abultada aún resuena en nosotros. En aquel tiempo, marzo de 2023, nos encontrábamos en pleno auge de las herramientas de IA generativa, tales como DALL-E, Stable Diffusion o la famosa Midjourney, un terreno aún sin explorar completamente.
La foto del Papa Francisco con una campera blanca no es real, fue creada con inteligencia artificial ❌
— Chequeado (@Chequeado) March 28, 2023
Circuló en redes sociales el fin de semana una imagen de Jorge Bergoglio con una campera puffer. Se trata de una imagen falsa. https://t.co/gHVi7b0cao
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Con la mayor accesibilidad que se dio para acceder a este tipo de herramientas, el debate sobre a quién le pertenecían las imágenes que se creaban en estas herramientas comenzó a brotar, y la respuesta a tal pregunta no es de fácil respuesta. Si yo creo una imagen con CoPilot, ¿la imagen resultante es mía, de CoPilot (la herramienta) o de Microsoft, dueña y creadora de la IA en cuestión?
Los ilustradores se encuentran entre los profesionales más afectados por el avance de las Inteligencias Artificiales Generativas (IAG). Estos se enfrentan al desafío de competir con herramientas como DALL-E 2, Midjourney y Stable Diffusion, que crean imágenes a partir de descripciones textuales —los famosos prompts—, pero también hay preocupación por cómo estas tecnologías utilizan el trabajo existente de artistas cuyo trabajo está disponible en línea para generar otras nuevas. Estas plataformas analizan extensas bases de datos de arte para aprender y replicar estilos variados, lo que plantea interrogantes sobre la originalidad y los derechos de autor en la era digital.
Aprovechamos de recomendarte que visites nuestro tutorial para crear mejores prompts a la hora de utilizar alguna herramienta de IA.
La polémica con el robo de arte
¿Cómo logran estas herramientas capturar la esencia de diferentes artistas para crear ilustraciones únicas? A través de algoritmos avanzados, estas IAG descomponen y estudian las características distintivas de los estilos artísticos, permitiéndoles imitar esos estilos al recibir un prompt específico.
Teniendo entonces esta base, nos surgen varias preguntas difíciles de contestar: si las obras creadas por estas herramientas se basan en trabajos previos de varios artistas protegidos por derechos de autor, ¿A quién pertenecen los derechos o la autoría de una obra nueva creada con estas herramientas? ¿Es posible que una IA sea realmente creativa?
En una nota publicada por Kudasai se detalla como el usuario de Twitter @mikan_spi, quien dedica su cuenta a las ilustraciones IA, realiza una extensa búsqueda en la página de ilustraciones japonesa Pixiv para encontrar la ‘materia prima’ con la cual se alimentan herramientas como Stable Diffusion para entrenar a sus modelos. El parecido es abismal.
Aquí algunas imágenes comparativas. A la izquierda la foto original, y a la derecha la realizada con IA. Puedes darles click para expandirlas:




Imagenes de Kudasai
La delgada línea de los derechos de autor
Cuando yo creo una ilustración y la subo a sitios como DeviantArt, Pixiv o cualquier otra plataforma, los derechos de autor me pertenecen a mí, puesto que yo soy su creador original. Sin embargo, la línea se vuelve extremadamente difusa en los casos en los que publicamos algo creado con IA, pues yo ya no soy el único actor en la fórmula; quien dio las instrucciones a la IA, la herramienta que creó la imagen, la empresa dueña de la herramienta, la empresa dueña del modelo, y el artista de quien se utilizo su arte para entrenar al modelo generativo.
La inteligencia artificial ha llegado para revolucionar el concepto de autoría y los derechos de autor en el arte. Antes, nadie cuestionaba quién era el dueño de los derechos de autor de una obra generada por computadora; el software era solo una herramienta, como el lápiz para el papel. Pero ahora, las obras deben ser originales para estar protegidas por derechos de autor, y la originalidad generalmente implica un creador humano. En países europeos como España y Alemania, solo las creaciones humanas tienen derecho a esta protección. Esto plantea un gran debate: ¿puede una IA ser considerada autora?

Imagen de J. Walter Thompson
Como bien se explica en un blog de la World Intellectual Property Organization (WIPO), en el ámbito del derecho de autor existen dos enfoques principales respecto a las obras generadas por computadora donde la intervención humana es mínima o nula. Por un lado, se puede optar por no otorgar protección de derecho de autor a dichas obras; por otro, se puede reconocer al creador del software como el autor de las mismas.
¿Se puede considerar como ‘uso justo?
OpenAI, creadora de ChatGPT y DALL-E, argumenta que en sus modelos de Inteligencia Artificial no se estarían cometiendo violaciones a los derechos de autor a la hora de utilizar ilustraciones para entrenar sus modelos de aprendizaje. Sin embargo, las imágenes que vimos anteriormente nos hacen preguntarnos si el argumento que esgrimen es correcto o no.
La doctrina del “uso justo” o fear use en Estados Unidos es un concepto legal que autoriza el uso restringido de contenido con derechos de autor para propósitos educativos o de investigación, sin necesidad de pedir permiso o realizar pagos. Esta práctica lleva el nombre de “aprendizaje justo”, y es vista como esencial para el avance de los sistemas de Inteligencia Artificial Generativa (IAG) dado que es la única que forma que tienen, según OpenAI, de acceder a grandes volúmenes de datos para perfeccionar sus modelos.
Desde el mundo de la ilustración, muchos opinan que sí existe una violación de derechos de autor por parte la IA, debido a que ellos no reciben créditos por los trabajos que ellos realizan y por los que la inteligencia artificial se basa para crear sus ilustraciones. La artista Kakii Art nos dio su opinión al respecto y cómo esto afecta también al desempeño de ellos al momento de ofrecer su arte.
Si quieres saber más sobre el debate existente en torno a la IA, te invitamos a revisar nuestra sección sobre este tema, escrita por Camila.