¿Quiénes eran? Las cineastas de la dictadura

Muchas voces fueron silenciadas durante el período en que Chile estuvo bajo el dominio de la dictadura cívico-militar de Pinochet. Pero a la vez, muchas voces se levantaron ante esta censura. Y el mundo del cine no se quedó oculto en las sombras. Te invitamos a conocer a seis mujeres atrevidas, que alzaron la voz e hicieron cine en un momento en que todo estaba prohibido.

Cecilia Barriga, oriunda de Concepción, deja Chile hacia finales de los años 70. Huye de la sombra de la dictadura pinochetista y arranca hacia la luz del renacimiento de una España post-franquista. Allí, se inscribe en la Universidad Complutense de Madrid y estudia Ciencias de la Información; pero es en las calles donde encuentra su vocación por lo audiovisual.

Cecilia se vio atraída por lo que ocurría en las calles: los movimientos feministas, el cine militante y la efervescencia artística. Su deseo de querer retratar todos estos acontecimientos la llevan a tomar por primera vez una cámara en 1982 y grabar su primera obra. Entre actos crea una tensión entre la opresión del trabajo doméstico femenino frente a la reivindicación del deseo femenino. Su obra dinamita el sistema patriarcal que ve a la mujer como un objeto de deseo masculino, instaurado por Hollywood.

Su obra audiovisual se ha ido trasladando entre el videoarte, el cine experimental y el documental. Sus temáticas abarcan, por un lado, una crítica a la representación tradicional de “lo femenino” (abordando la identidad de género y la violencia), y por el otro la documentación de protestas, revueltas y manifestaciones políticas rebeldes.

En 2024 estrena su más reciente obra audiovisual, El canto de las Cecilias. Este documental registra el proceso creativo de un grupo de cecilias que reescriben la canción popular La povera Cecilia y la trasforman en una verbalización de la violencia sufrida por ellas a manos de los hombres. Aquí podrás encontrar su videografía y filmografía completa y saber más de ella.

Carmen Castillo es una directora chilena naturalizada francesa. Fue parte del Movimiento de Izquierda Revolucionaria los primeros años de la dictadura, y perdió a su gran amor y compañero a manos de la DINA en 1974. Es expulsada del país y decide exiliarse en Londres, con sus padres, para luego radicarse en Francia. Estando ahí, luego da haber perdido tanto, retratando en 1980 su año de lucha en el MIR junto a su gran amor en su libro Un día de octubre en Santiago. En sus palabras, dice venir de la escritura y no de la imagen, pero que ha aprendido a poner las palabras al servicio del relato cinematográfico.

La etapa cinematográfica de Carmen comienza en 1983, pero no es hasta que estrena su documental La flaca Alejandra en 1994 que empieza a hacerse de una voz en el rubro. Este documental da a conocer la historia de una mujer que delata a sus compañeros del MIR luego de haber sido sometida a torturas y vejaciones por parte del régimen militar. En cinco días de rodaje logró capturar la memoria que tenía Alejandra en ese momento, destacando que “la memoria no es archivada, sino que se mueve”.

Su obra se ha basado siempre en lo documental, en registrar la historia y la memoria para que no nos transformemos en un pueblo que olvide su pasado. Carmen siempre ha sido una mujer de convicciones políticas fuertes, y esto ha marcado su manera de producir. En 2014 estrenó su último documental, Aún estamos vivos. En él, cuenta de su relación con su gran amigo Daniel Bensaïd, miembro de la Liga Comunista Revolucionaria y quien la acogió al llegar exiliada a Francia. Busca responder a la interrogante sobre la postura actual respecto del compromiso político, dejando una huella del pensamiento de Bensaïd en el mundo.

Fotograma de Aún estamos vivos (2014)

Tatiana Gaviola nunca dejó Chile. Estudió en la Pontificia Universidad Católica durante la dictadura y se dedicó a trabajar con figuras nacionales de la actuación y de la literatura. Comienza a incursionar en el cine con la filmación de un documental que retrataba la vida de mujeres marginales en Ochagavía. En esa experiencia descubrió que quería contar historias con la luz, con el contacto cercano e interno que solo podía darle la cámara.

Tatiana fue una de las primeras directoras mujeres que, en la oscuridad artística que se vivió durante la dictadura, se destacó por llevar adelante una labor activa en la filmación de documentales. Grabó sin miedo Tiempo para un líder, filme que retrata la figura del presidente Eduardo Frei Montalva, un fuerte opositor del régimen militar. Se arriesgó a la censura, a la persecución y a las presiones de la época, saliendo victoriosa.

En 2021, estando en plena pandemia por Covid 19, estrena su última película: La mirada incendiada. Esta narración se basa en la historia de Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas de Negri, los jóvenes del Caso Quemados. Tatiana opta aquí por enfocarse en la vida de Rojas desde su llegada a Chile hasta el momento en que muere quemado a manos de Carabineros en una protesta, en la voz de Carmen Gloria Quintana.

Juan Carlos Maldonado como Rodrigo Rojas de Negri en La mirada incendiada (2021)

Pero ellas no son las únicas. Ven a conocer a la profesora Alicia Vega en la página realizada por Kasandra.