Artista visual y estudiante de Periodismo UC. Su pasión por la cultura y la imagen ha sido acompañada por su compromiso con la memoria histórica y los derechos humanos.

Soy Mariana Araya Labarca, artista visual, comunicadora y estudiante de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Tengo 27 años y desde muy joven he cultivado una profunda conexión con la memoria histórica, los derechos humanos y el rol de la cultura como herramienta de resistencia.

Mi historia personal está marcada por la dictadura chilena. Mis padres fueron perseguidos por el régimen, y crecí con el peso y el compromiso de comprender y visibilizar lo que implicaron esos 17 años de represión: un apagón cultural que silenció voces, imágenes y cuerpos. 

 

 

 

 

 

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He explorado esta temática desde múltiples disciplinas: la danza, el teatro, la fotografía, la militancia política y, por supuesto, el arte visual. Durante mi formación en Artes Visuales, produje obras centradas en el trauma transgeneracional por violencia política. Más adelante, impulsé espacios de formación en derechos humanos como la Escuela de Memoria y DDHH UC, nacida en 2019 desde el movimiento estudiantil.

 

 

 

 

 

 

 

 

Obra: “Testimonios de Venda Sexy”, 2021. Acuarela sobre papel.

 El cine chileno ha sido clave para comprender el impacto de la dictadura en la sociedad y para construir un imaginario visual del horror. Muchas y muchos trabajadores de la cultura fueron censurados, perseguidos e incluso forzados al exilio. Sin embargo, desde la clandestinidad, la resistencia audiovisual no se detuvo.

Entre ellas, hubo mujeres cineastas que, desafiando el miedo y la violencia, decidieron filmar la verdad. Directoras valientes que arriesgaron sus vidas para dejar testimonio de la realidad nacional. Ellas no sólo resistieron: crearon historia. 

 

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=c_lQtyUtNPA

Con este proyecto busco visibilizar el legado de estas mujeres cineastas que fueron marginadas por el contexto político y por las desigualdades de género de la industria audiovisual. Mujeres que no aparecían en los relatos oficiales, pero que nunca fueron olvidadas.

Relevar sus obras es una forma de reconstruir la memoria cultural de Chile, de honrar su valentía y de recordarnos que el cine, incluso en los momentos más oscuros, ha sido un acto de resistencia.

 

 

 

 

 

 ¡Ahora que conoces mi historia, te invito a conocer la de mi compañera Kasandra!